lunes, 9 de mayo de 2011

Dime cómo te llamas...

... y te diré si eres árbitro. Y es que la gran mayoría de los trencillas españoles, además de ser bastante malos, comparten otra cualidad: sus nombres son muy raros. Si sois aficionados del deporte rey, sabréis que los árbitros suelen ser conocidos por sus dos apellidos, y esto tiene su explicación, la cual encontramos si nos remontamos unas cuántas décadas atrás; concretamente, viajaremos en el tiempo hasta los comienzos de la década de los 70.
Por aquel entonces, uno de los árbitros de Primera División era Ángel Franco Martínez, del colegio murciano, y, según parece, dirigió un partido en el que sus decisiones no fueron del todo correctas, por lo que al día siguiente tanto los periódicos como el público en general comentaban cosas como que "Franco se cargó el partido", "Franco lo hizo fatal", "¡Qué horrible estuvo Franco!", etc. Hasta aquí todo normal, pero claro, casualmente el Jefe del Estado español era Francisco Franco, y los titulares de la prensa y los comentarios de los aficionados guardaban en su interior un doble sentido que muchos podrían malinterpretar. Así pues, se dice que, a raíz de lo sucedido, se ordenó que a partir de entonces los árbitros fuesen referidos por sus dos apellidos para evitar confusiones y malentendidos. Aunque no es del todo fiable que realmente se impusiera esto, esa costumbre se ha mantenido hasta nuestros días, como se puede comprobar cada fin de semana. Por cierto, que Ángel Franco Martínez no sería del todo malo cuando tuvo la oportunidad de arbitrar un encuentro del Mundial de Argentina del 78, y ahora es además el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
Volvamos al titular de esta entrada. Decía que los árbitros se caracterizan en su mayor parte por tener unos apellidos un tanto extraños y nada habituales, como pueden ser García, Martín, Pérez o González. Basta con echar un vistazo a la lista de los veinte colegiados de Primera División de esta temporada, la 2010/2011:
  • Álvarez Izquierdo, Alfonso.
  • Ayza Gámez, Miguel Ángel.
  • Clos Gómez, Carlos.
  • Delgado Ferreiro, Carlos.
  • Estrada Fernández, Javier.
  • Fernández Borbalán, David.
  • González González, José Luis.
  • Iglesias Villanueva, Ignacio.
  • Iturralde González, Eduardo.
  • Mateu Lahoz, Antonio Miguel.
  • Muñiz Fernández, César.
  • Paradas Romero, José Luis.
  • Pérez Lasa, Miguel Ángel.
  • Ramírez Domínguez, Rafael.
  • Rubinos Pérez, Antonio.
  • Teixeira Vitienes, Fernando.
  • Teixeira Vitienes, José Antonio.
  • Turienzo Álvarez, Javier.
  • Undiano Mallenco, Alberto (en la imagen).
  • Velasco Carballo, Carlos.
    En negrita, he destacado aquellos apellidos que, a mi particular parecer, son raros. Salvo alguna que otra excepción, todos han heredado de su padre o de su madre, e incluso de los dos, unos apellidos bastante particulares que, al escucharlos, nos llevan inequívocamente a pensar que son los jueces de un partido de fútbol. Y digo esto porque los de Segunda División no se quedan atrás con sus estrafalarios nombres. Por citar a unos cuántos: Amoedo Chas, Del Cerro Grande, Jaime Latre, Ocón Arráiz, Sagués Oscoz, Valdés Aller, etc. El corrector ortográfico de Blogger me colorea de amarillo buena parte de este post, pero todavía tiene que detectar más palabras extrañas, ya que lo de que los árbitros tengan apellidos tan difíciles de encontrar viene de lejos. De los trencillas que más encuentros han dirigido a lo largo de la historia del fútbol español, os destaco a los siguientes:
    • Mejuto González.
    • Zariquiegui Izco.
    • Daudén Ibáñez.
    • Ansuátegui Roca.
    • Pérez Burrull.
    • Megía Dávila.
    • Soriano Aladrén.
    • Guruceta Muro (en la imagen).
    • Puentes Leira.
    • ...
      La lista sería mucho más larga, pero todos los que he puesto hasta ahora son más que suficientes como para demostrar que si tu padre y/o tu madre tienen un primer apellido poco extendido, si te gusta poner orden y si el fútbol es uno de tus deportes favoritos, entonces es muy probable que acabes correteando por los terrenos de juego de los estadios de fútbol vestido de negro y con un silbato en la boca, mostrando tarjetas amarillas y rojas y pitando faltas y penaltis que harán que varios jugadores se te echen encima mientras el público te grita "¡Manos arriba, esto es un atraco!" o "¡Árbitro valiente, valiente hijo de ...!".

      4 comentarios:

      Rojo Merlin dijo...

      Se te ha olvidado mi favorito: Japón Sevilla.
      A éste era al que Jesús Gil llamaba "el japonés"... alguna trastada le haría, jajajaja.

      Migue dijo...

      Tienes muchísima razón. Lo de los apellidos de los árbitros es para investigarlo. Por cierto, has puesto Velasco como apellido raro. Para mí es tan natural como que es mi segundo apellido. Viene de tierras castellanas, por allí es muy común.
      Y ya puestos, lanzo otra pregunta: ¿Por qué a los árbitros se les llama trencillas?

      Rojo Merlin dijo...

      Creo que yo se por qué se les llama "trencillas".
      Como ejemplo más claro, fíjate en los gastadores de los legionarios que desfilan en Semana Santa. Llevan unos cordones decorativos en su uniforme, eso son las trencillas.
      En su momento, como esto era decoración militar, también las llevaban los árbitros como símbolo de autoridad. Ahora ya no las llevan, pero ya sabes como somos, cuando te ponen un apodo, tu te vas, pero el apodo perdura.
      Saludos.

      Rafalillo dijo...

      Rojo Merlin: yo he llegado a conocer a Japón Sevilla (la anécdota que dices de Gil no la conocía), y también a otro con unos apellidos realmente raros: Brito Arceo. Los dos eran muy malos :P

      Migue: he puesto Velasco como raro porque no es muy habitual; además, como el árbitro en cuestión tiene de segundo apellido 'Carballo', me he dejado llevar un poco.

      Yo tampoco sabía por qué a los árbitro se les llama 'trencillas', y he encontrado esta explicación (parecida a la de Rojo Merlin): antiguamente, los árbitros llevaban el silbato sujeto a su cuerpo con un cordón trenzado. También se comenta que (y esta explicación parece más verosímil) que antiguamente los árbitros vestían una chaqueta que estaba bordeada por una pasamanería en forma de trenza.
      Si queréis más información, lo he sacado de aquí:
      http://elblogdemaytecarrera.blogspot.com/2010/10/el-porque-de-llamar-trencillas-los.html

      Saludos a los dos ;)